El nuevo carril bus de la B-23, que conecta Sant Just Desvern con Barcelona, comenzó a operar el pasado 2 de agosto. Esta infraestructura, que se extiende a lo largo de 7 kilómetros desde la A-2 en Sant Feliu de Llobregat hasta la entrada de la Diagonal en la capital catalana, representa una mejora significativa para la movilidad en la zona, beneficiando diariamente a miles de usuarios del transporte público.
La llegada de este carril ha sido esperada durante años y promete facilitar un acceso más ágil a Barcelona, especialmente en horas punta. Se estima que los viajeros podrán ahorrar hasta 15 minutos por trayecto. La inversión destinada a este proyecto asciende a 20,8 millones de euros y forma parte de un esfuerzo más amplio por potenciar el uso del transporte público y reducir las emisiones contaminantes.
Mejoras en el servicio
Uno de los servicios que más se beneficiará es el X30, que conecta Sant Just con Barcelona. Gracias al nuevo carril, se espera una mejora notable en su funcionamiento. Según ha informado la Generalitat, para 2026 está previsto extender esta línea hasta Sant Feliu e incorporar autobuses articulados, lo que aumentará tanto su capacidad como la comodidad para los usuarios.
Con esta nueva infraestructura, Sant Just se reafirma como un municipio comprometido con la movilidad sostenible y bien conectado con las principales redes de transporte metropolitano. Este carril se suma a otras mejoras recientes en el área y contribuye al objetivo general de hacer el transporte público más eficiente y accesible para todos.
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