En muchas ciudades periféricas a la Gran Barcelona, la vida cultural era escasa y poco influyente. En todas ellas, los domingos eran evasiones bienhechoras para cultivar aficiones. Àngels Valls Llopis nació en 1943, tiempos duros y vivió en la calle la Plana de Sant Boi. Era hija única de una pareja vinculada a la fábrica DUBLER y al Bar del Rugby. Estudió primaria en una escuela nacional, dirigida por Doña María Fernández Lara (de la que tiene buen recuerdo). De todas maneras, esta pedagoga fue desposeída del honor de dar su nombre al colegio donde enseñó por su vinculación al régimen. Al acabar su bachillerato elemental, en examen libre en el Instituto Montserrat, Àngels, empezó a trabajar como dependienta en una tocinería del mercado de Abastos.
Pero en su hogar había un fuerte ambiente musical. Frecuentaban el Ateneo y el Centro Católico. Su madre tocaba el violín y actuó como solista soprano y su abuelo fundó y refundó por dos veces (1930 y 1940) el Orfeó Santboià. Era un hombre muy exigente. Su trabajo administrativo en una aseguradora suiza le permitía, con su horario intensivo, cultivar su pasión musical. El estrabismo de su primera nieta le frustró, porque le provocaba a ésta dificultades de lectura de partituras. Por suerte, a los 17 años, Àngels fue operada y con la ayuda de su madre y tía aprendió de manera autodidacta el solfeo. También debió hacer el Servicio Social de la Sección Femenina para poder trabajar. Es decir entregar “la canastilla”en 1960. Tras un largo período como secretaria de una multinacional holandesa, decidió reiniciar su carrera musical como pianista.
¿ Quiénes requirieron tus servicios?
Me surgió la oferta como pianista de estudio en la Academia de ballet de Carmen Platart. Ésta había sido segunda bailarina con Margot Fonteyn en el Royal Ballet de Londres, también había bailado con coreografías propias con el bailarín Antonio. Participé durante tres años en los ensayos y funciones, en el gran escenario del Ateneo. De esta época, recuerda con placer, haber visto actuar en Barcelona al gran Maurice Béjar y su Ballet del Siglo XX.
¿Otras colaboraciones
Colaboré con Olga Socias de la Escuela de Ballet del Prat, que dio clases en Sant Boi. Recuerdo la obra Pedro y el lobo de Prokofief como un aceptable hito. También la academia “L’Estudi” fue un preludio hasta mi colaboración con la Academia de flamenco de las Hermanas Montero.
Ballet clásico, flamenco ¿qué buscan los danzantes en estas exigentes disciplinas?
Muchas madres desean la elegancia de los movimientos de sus hijas pero el entrenamiento es muy duro (seis horas semanales son necesarias) y deben cuidarse de las lesiones.
Hay casos de bailarinas veteranas muy longevas, a las que les cuesta retirarse ¿Por qué?
Hemos hablado de Margot Fonteyn con el mejor Nureyev; pero también Alicia Alonso, casi ciega con su Ballet cubano, alcanzando los 98 años y la gran Maya Plisetskaya que con su muerte a los 89 años, tuvo una larga carrera. Supongo que a pesar de su gran exigencia física, les crea una dependencia, difícil de romper.
Aprendiste con un cierto retraso el lenguaje musical ¿qué recomiendas?
xisten varios métodos, en mi opinión el método del conservatorio del Liceo, ha quedado anticuado; hay los métodos: Dalcroze, Suzuki, Orff, Willems…Y con Pilar Villanueva el método de la Royal School of Music, fácil, poco solfeo y convalidable en España. En la pública ya no se dan clases de música.
¿Por qué en Cataluña no hay un cuerpo de danza o un ballet nacional?
Los bailarines quedan esfumados. Hay intentos como el de Ángel Corella, pero se quedan en escuelas privadas casi todos. Recuerdo el caso de Olga una bailarina superdotada que se fue a Madrid y se profesionalizó allí. Pienso que la bailarina debe ser siempre muy expresiva en sus gestos.
Tuviste una frustración con el mantenimiento de les ‘caramelles’. Explícanos qué ocurrió.
Durante años la tradición del canto folklórico pascual de les caramelles con niños, se mantuvo desde 1992 al 2012, gracias a mi, la Escola de la Música y al Ayuntamiento pero desde el 1 de mayo del 2012 se acabaron. Hubo un gran concierto al aire libre con 800 personas. Pero la incidencia vacacional y otras razones de tipo sociológico, pueden explicar su desaparición. Con la sardana, puede estar ocurriendo algo parecido.
Has colaborado con el Consell de Cultura, califica de 0 a 5 los alcaldes de Sant Boi habidos.
Con el alcalde Bosch asistí a las reuniones mensuales del Consell en su mandato y ya está; Yo califico en máximos: Vila, 5; Gisbert, 5; Bosch, 5 y Moret, 4.
Sigues buscando tu camino musical y entras en la música sacra. ¿Por qué?
Yo de pequeña, asistía a la misa dominical, que se celebraba en el Palacio de Marianao, que ya era propiedad de los Bordoy mallorquines, en esta capilla, el sr. Casals, tocaba el armonio y entre todos y con él, se lograba una atmósfera especial. Más adelante en la fiesta de pedida o compromiso, de la hija de los Bordoy se organizó una celebración con músicos y coros, a la que asistí; recuerdo las travesías en barca, por el lago artificial, y puede que el armonio de la capilla, tuviera ya mi interés.
Sé que conoces y admiras a Montserrat Torrens, la centenaria organista sorda total, aún activa. Cómo lo hace.
Lo hace de memoria. Se mantiene activa y dice que al tocar combate el desprecio a la vejez, dedica 4 horas al órgano y constata el aumento de mujeres organistas. Yo empecé a los 60 años a tocar el órgano, con una técnica diferente al piano. Hay más estudiantes de órgano que hace 30 años. Se enseña en la ESMUC. Existe la ACO una asociación de organistas.
Tus músicos preferidos...
Beethoven y Bach. Y los organistas y compositores italianos del S. XVII. Descubrí al organista toscano Pinesi.
Hemos escrito sobre el organero alemán Grenzig de El Papiol, ¿tu opinión sobre él?
Recomiendo la visita a su taller. Sirven pedidos internacionales. Hacen arreglos y afinaciones. El país con mayor comercio de órganos es Austria. Y Francia costea el mantenimiento de los órganos como bien cultural.
¿Qué precio tiene un armonio?
Uno nuevo, sobre los 6000 euros, la mejor marca es la Alberdi. Y para disfrutar de la música en general y del órgano en particular, tenemos la sala de actos del psiquiátrico masculino, como la mejor de Sant Boi a nivel acústico, actualmente
Danos los nombres de músicos locales que merecen ser recordados.
Blai Net, músico y pianista, que da nombre a la Escola de la Música; Joan Llopis, mi abuelo materno, fundador de la Coral del Ateneu, con 100 miembros , la mayoría “payeses”, siguiendo el espíritu de Clavé, en 1930; después en la post.guerra en 1940 refundó la coral. También merece ser citado el organista Casals, un hombre modesto y cumplidor con la música eclesial. Y Enriqueta Surroca una profesora de piano, de cuando muchos aprendíamos a tocar el piano . Me gustaría citar fuera del ámbito local, al gran organista Juan de la Rubia y al joven Lorien Santana una firme promesa.
Un recuerdo molesto
El tener que dejar la enseñanza musical a los niños, por presiones de las mamis, porque llevaba a audiciones a los niños en grupos de seis al Palau y al Auditorio. Absurdo.
Un recuerdo amargo
La vivencia cruel que vivió mi abuelo Joan LLopis, el músico, retenido en un Palacete de Cervelló, esperando su ejecución en las alturas del Garraf. Salvado in extremis, porque mi abuela tuvo la ocurrencia, de colocarle en el bolsillo de la camisa, un carnet de la CNT de músicos, que al registrarle para llevarlo en un camión, hizo que los milicianos, creyéndole de los suyos, le dejarán marcharse.
Y un recuerdo agridulce
Los tubos del órgano del psiquiátrico de Sant Boi, estaban en mal estado, pero no todos, el reparador contratado, robó más de mil tubos y los colocó en otras iglesias, al descubrirse sus manejos fue despedido, pero los tubos robados no se recuperaron.
Una opinión sobre los músicos en festejos y eventos.
Siempre ha habido música en vivo, en bodas, funerales, aniversarios y festejos diversos. Ello me parece muy bien. No todo ha ser , música grabada. Pienso en el gran papel de recuperación de esta buena costumbre, que pueden facilitar las iglesias y capillas, sin seriarlo, ni estereotiparlo por supuesto. III

| “Las iglesias son un buen lugar para conciertos musicales” |
De la tradición coral catalana ¿qué nos queda en Sant Boi y la comarca? Por suerte, tenemos dos corales, que harían feliz a Clavé o Martorell; la Coral Renaixenca y la Ressó, menguada. Tienen buen nivel y han superado pruebas duras, como el Covid-19. Recordad las mascarillas y las limitaciones del primer momento. La primera ha celebrado sus 50 años, con un concierto memorable en la Parroquia de Sant Baldiri, repleta de santboyanos, que pagaron “religiosamente su entrada” en un acto que debería repetirse, pero para lo cual Cultura, no allega los fondos precisos. Las iglesias son un buen lugar para conciertos musicales debería facilitarse más.
Los directores de coro han de ser muy importantes para la permanencia de una coral en el tiempo ¿No crees? Desde 1975 con Ramón Marcó, los más de 800 conciertos, son una prueba de consistencia de la masa coral con el tiempo transcurrido, Puig, Cardona, Azuaga, Bernal, Jorquera, Díaz son directores que han logrado mejoras de nivel. Algunos provienen de la acreditada Escolanía de Montserrat. Recuerdo el inicio modesto de la Renaixenca en el APA de las Vedrunas. No quisiera olvidarme de la Coral Pedres Blanques del barrio de Can Carreras con C. Rodríguez con buen nivel.. |