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Simulación simbólica del futuro ‘Distrito Z’ de Sant Boi. En azul, las viviendas a proyectar en los terrenos del cuartel de Santa Elulalia y en violeta, la edificabilidad sobre la subcentral eléctrica (FOTO: Pau Granada)
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Simulación simbólica del futuro ‘Distrito Z’ de Sant Boi. En azul, las viviendas a proyectar en los terrenos del cuartel de Santa Elulalia y en violeta, la edificabilidad sobre la subcentral eléctrica (FOTO: Pau Granada)

Te revelamos cuál va a ser el barrio preferido por la Generación Z

El traslado del cuartel da alas a la creación de un nuevo centro urbano en Sant Boi

jueves 01 de junio de 2023, 14:44h
La idea del consistorio es que los terrenos cedan el testigo al futuro 'Distrito Z', que ocupará el último espacio libre de la trama urbana. El nuevo barrio se planificará a diez años vista en base a las necesidades vitales de los actuales jóvenes y adolescentes.

A la tercera ha ido la vencida. El acuartelamiento Santa Eulalia, en pleno corazón de Sant Boi, ya no es propiedad del Ministerio de Defensa ni del Ejército de Tierra: ahora su titular es la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) es un organismo adscrito al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) que se encarga de la promoción del suelo público para usos residenciales, industriales, terciarios y de servicios. O lo que es lo mismo. Se hace por fin realidad el viejo sueño municipal de convertir el cuartel militar, que ocupa 108.000 m2 que forman parte de un área de actuación urbanística de 162.738 m2 (que incluyen una subcentral eléctrica de Endesa) entre los barrios de Casablanca, Camps Blancs y Vinyets-Moli Vell en un nuevo distrito urbano.

El pistoletazo de salida a la nueva vida del recinto castrense lo dio en el Consejo de Ministros del pasado 9 de mayo al certificar la compra del solar por parte del Sepes para que se construyan (al menos) 1.600 viviendas públicas, preferentemente de alquiler, como anunció el 25 de abril el propio Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. No obstante, todavía queda un largo trecho que recorrer hasta que se excaven los primeros cimientos de los pisos y más aún para que reciban a sus primeros moradores.

Que Sant Boi sea el único municipio de Cataluña elegido por el Gobierno de España para su plan de vivienda no es casualidad. El consistorio local y los dos ministerios implicados en la operación (Defensa y Mitma) llevaban tres años trabajando discretamente en el proyecto, para evitar los triunfalismos de las dos ocasiones anteriores en los que se anunció precipitadamente el cierre del acuartelamiento (2003, con la alcaldesa Montserrat Gibert, y 2011, siendo alcalde Jaume Bosch). "Ahora estábamos en el momento adecuado y en el lugar adecuado" para que la operación haya fructificado, se felicita el primer teniente de alcalde de Sant Boi, José Ángel Carcelén.

El primer paso a dar a partir de ahora es técnico, pero de él va a depender el concepto de barrio que se levante en los terrenos del cuartel y de la subcentral eléctrica. La clave es que existe un planeamiento urbanístico para el sector (una modificación del Plan General Metropolitano -PGM- aprobada en el año 2004), pero todavía no se ha desarrollado el Plan de Mejora Urbana (PMU) que es la herramienta que permite definir y concretar los parámetros de la distribución del suelo, por lo que todo es posible.

Esta situación abre la puerta a que se pueda modificar el planeamiento de 2004 y a redactar un nuevo Plan de Ordenación Urbana (POU), siempre que se alcance el imprescindible consenso entre el Ayuntamiento de Sant Boi, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y la Comisión de Urbanismo, dependiente de la Generalitat de Cataluña, que es quien tendrá la última palabra. Y esto es muy importante porque, en función del planeamiento que se aplique, así será el nuevo barrio.

Hasta 2.000 viviendas

José A. Carcelén, avanza que el ayuntamiento pretende convertir el solar del cuartel "en el nuevo centro urbano de Sant Boi (ya es el centro geográfico), no solo en un ensanche". Es decir, que necesitará de una notable densidad de población, además de los consiguientes equipamientos y servicios. Eso hace que las 1.600 viviendas que prevé levantar el Sepes (al menos un 40% de protección oficial con preferencia por el alquiler) se queden cortas. "Actualmente la edificabilidad del sector es de 160.000 m2 de techo (se ha aplicado una ratio de 1 m2 de techo por cada m2 de suelo), pero si se aumenta esta ratio a 1,5 o a 1,75 podríamos estar hablando de hasta 2.000 viviendas", asegura Carcelén. Y no todo pisos sociales: "También de renta libre", apunta el edil, algo básico para que se generen las dinámicas propias de un centro urbano "potente", matiza el edil. Incluso está previsto ubicar en la zona una estación subterránea del Metro del Delta (el desdoblamiento de la R3) lo que aumentará su atractivo.

El consistorio ya tiene bastante definido en qué quiere que se convierta el cuartel y , en consecuencia, ya le ha asignado un nombre al sector: 'Distrito Z'. Y se llamará así porque se va a diseñar "pensando en las necesidades habitacionales de actuales jóvenes y adolescentes de la 'Generación Z', (los chicos que ahora tienen entre 8 y 23 años)", explica Carcelén, pero también porque (al igual que la letra 'z' cierra el abecedario), el futuro distrito ocupará "el último espacio por definir de la trama urbana" de Sant Boi,
Esto acarreará que el distrito se planifique a una década vista y se dirija a las personas que entonces ronden la treintena y busquen un piso para emanciparse "lo encuentren en Sant Boi" (algo imposible con el actual parque de viviendas). El 'Distrito Z' también sería un reclamo para los jóvenes de la misma generación del área metropolitana, lo que reforzaría su carácter "de centralidad", remarca el primer teniente de alcalde.

El actual gobierno municipal de Sant Boi también quiere que el 'Distrito Z' sea un barrio "diverso", que combine los usos residenciales con los comerciales y la actividad económica (industria 4.0, economía digital, startups...), los equipamientos y las zonas verdes. Lo que sí se tiene claro es que será un barrio modélico en lo que respecta a sostenibilidad y emisión de carbono, pues se levantará teniendo en cuenta los requisitos de la agenda 2030 y también de la 2050. "Todo el apartado de la gestión circular de residuos, de energías renovables y autosuficiencia energética, de construcción y de movilidad sostenibles va a ser coherente con las políticas vinculadas con el cambio climático y en las que Sant Boi es una ciudad pionera", subraya Carcelén.

Se mire por donde se mire, la 'liberación' de los terrenos del cuartel de Santa Eulalia supone una oportunidad de oro para redefinir Sant Boi, además de un goloso y atractivo proyecto. En 2007, tras la firma fallida del protocolo con el Ministerio de Defensa, el consistorio local convocó un concurso de ideas para urbanizar el espacio, en el que se impuso la propuesta 'Sant Boi 2012' del gabinete de arquitectos Serra-Vives Cartagena. Pero 15 años después, es más que probable que el proyecto haya quedado obsoleto, pues fue concebido como un nexo que reconectara los barrios de Vinyets-Moli Vell, Casablanca y Camps Blancs no como un nuevo distrito central ecosostenible, que es lo que el ayuntamiento quiere impulsar ahora. Tal vez ha llegado el momento, de replantearse el modelo y el rumbo a seguir a partir de ahora.

Arquitectura de vanguardia

La recuperación de la 'caserna' es una oportunidad única para proyectar la ciudad, lo que abre nuevas espectativas y escenarios de mayor relevancia. Lo que la experiencia aconseja en una situación como esta, y a lo que invita la trascendencia del proyecto, es a convocar un nuevo concurso de ideas, pero esta vez de carácter internacional y que tenga en cuenta los nuevos parámetros de sostenebilidad y eficiencia de las ciudades futuras. El concurso podría atraer a arquitectos de prestigio que ofrecerían soluciones de alto nivel, lo que todavía daría una mayor dimensión al Distrito Z.

Y es que poder crear desde cero el nuevo centro de una ciudad mediana como Sant Boi es un reto profesional mayúsculo y un apetecible caramelo para cualquier equipo de urbanistas. Además, impulsaría la imagen de la ciudad, que ascendería varios peldaños de golpe en un hipotético ranking de ciudades eco-vanguardistas, si cuenta con el aval de la firma de un arquitecto de renombre mundial. III


El inmortal prestigio de Isozaki en el Parc de la Muntanyeta

El embrión del actual parque de la Muntanyeta de Sant Boi fue un proyecto redactado en 1978 por el arquitecto Miquel Roa, quien puso sobre plano las enormes posibilidades de una montaña enclavada en mitad del casco urbano de la ciudad (contiguo al cuartel militar de Santa Eulalia) que se convertiría con los años en una de las mayores zonas verdes metropolitanas. Roa se encargó del desarrollo del proyecto en 1992. Pero la verdadera estrella del parque empezó a brillar cuando en 1994 (y hasta el 2000) asumió el proyecto el prestigioso -y recientemente fallecido- arquitecto japonés Arata Isozaki, que saltó a la fama en España con su ópera prima: el Palau Sant Jordi de Barcelona.

La vinculación entre la Muntanyeta e Isozaki le dio una nueva dimensión al proyecto, porque aportó empaque internacional y prueba lo importante que es para un proyecto urbanístico que lo rubrique una firma de prestigio. Es lo que también le ha ocurrido a la plaza Europa de L'Hospitalet, con la radiante torre roja en espiral de Toyo Ito que preside su arista noble, al 'obus' de la Torre Glòries de Barcelona (del francés Jean Nouvel), a la Ciutat de la Justícia (David Chipperfield) o el hotel Hesperia Tower de Bellvitge, concebido por el británico Richard Rogers. Que el futuro Distrito Z pudiera vincularse a un arquitecto de renombre es, sin duda, una garantía de éxito.

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