La Policía Nacional y la policía judicial de L’Hospitalet han desmantelado tres plantaciones de marihuana y detenido a tres personas implicadas. La investigación, iniciada en julio de 2024 tras un aviso anónimo, reveló un alto consumo eléctrico y manipulación de contadores en los tres domicilios investigados. La operación se ha realizado en dos fases.
La Policía Nacional y la policía judicial de L’Hospitalet han desmantelado tres plantaciones indoor de marihuana y han detenido a tres de los implicados en el cultivo, dos mujeres y un hombre.
La investigación ha comenzado en julio de 2024, después de un aviso anónimo, y se ha desarrollado en dos fases. Al comprobar la información, los agentes observaron un alto consumo eléctrico en los tres domicilios, lo que apuntaba a varias plantaciones de marihuana. Así, los agentes realizaron una entrada y registro en estas tres viviendas de forma simultánea, en los que intervinieron más de 500 plantas, así como cogollos y picadura de marihuana.
Sin embargo, poco después detectaron que las plantaciones habían vuelto a crecer: estos mismos domicilios se estaban usando, otra vez, para el mismo fin. Este descubrimiento ha dado paso a la segunda fase de la investigación, que ha culminado con otras 413 plantas intervenidas y con la detención de tres implicados (el ‘jardinero’ a cargo de los cultivos, la titular de una de las viviendas y la titular de los suministros eléctricos).

Defraudación de fluido eléctrico: más de 50.000 euros
Los agentes han localizado y detenido a los investigados en la calle Cisquer de Barcelona, en el barrio de la Marina del Prat Vermell, una zona fronteriza con el polígono industrial Granvia Sud de L’Hospitalet. En esta zona es muy común la práctica asidua de este tipo de cultivos indoor de marihuana. En estos casos, una persona titular de varias viviendas invierte grandes cantidades de dinero en preparar las infraestructuras para esconder al máximo el cultivo, tanto su olor como visualmente, aislando completamente la plantación del exterior.
Además, en las tres viviendas investigadas y registradas, los delincuentes habían manipulado los contadores para conseguir la energía necesaria para mantener sus plantaciones. Sumando todos los inmuebles, habrían acumulado una defraudación del fluido eléctrico de 50.490 euros aproximadamente. Este tipo de manipulaciones en la red eléctrica comportan un alto riesgo de incendio, tanto por el elevado consumo (que puede causar sobrecarga) como por la forma en la que se realizan este tipo de “enganches”.