www.elllobregat.com
Descubre cómo un rebaño de burros y cabras salva bosques y lucha contra el cambio climático
Ampliar

Descubre cómo un rebaño de burros y cabras salva bosques y lucha contra el cambio climático

Por Anabel Castillo Ruiz
sábado 04 de mayo de 2024, 09:00h
La finca de Can Colomer, entre Sant Climent y Gavà, usa rebaños de burros y cabras para luchar contra los incendios forestales. La cooperativa social GEDI desarrolla una prueba piloto para fortalecer el ecosistema de la comarca frente al cambio climático.

Un insólito rebaño, que agrupa a cuarenta cabras y 19 burros, pastorea monte arriba -en las estribaciones del macizo del Garraf- desafiando al calentamiento global desde una perspectiva local. Los animales pertenecen a la finca Can Colomer dels Escarabats, a caballo entre Gavà y Sant Climent de Llobregat y la reata acaba de incorporar a la burrita número 19, nacida hace solo unas semanas, pregona Robert Fornés, educador social e integrante del equipo de gerencia de la fundación GEDI, la entidad sin ánimo de lucro responsable de haber introducido el silvopastoreo (dícese de la práctica agroforestal que consiste en la combinación de árboles, plantas forrajeras y ganado en la misma superficie en pos de la estabilidad ambiental, social y económica) para salvaguardar estos parajes montañosos del Baix Llobregat del cambio climático.

Labor de primera necesidad

El rebaño se pasea por el terreno ajeno a la importancia de su misión. Mientras ramonean y se nutren, cabras y borricos realizan una labor de primera necesidad para los humanos: limpiar el bosque. Su desbroce natural funciona de cortafuegos, como una barrera ante posibles incendios durante los veranos cada vez más sofocantes en el Mediterráneo. Y de paso, ponen la zancadilla al cambio climático, al abrigo de la agenda 2030.

¿Cómo lo hacen? “Si pasas la máquina- explica Fornés- controlas la hierba superficialmente, pero esta vuelve a crecer. En cambio, si paseas las burras ya no solo estás controlando la hierba, sino que estas generando todo un ciclo de vida”. Se trata, por tanto, de un proceso que busca imitar la naturaleza, cuidando el medio ambiente al adaptar las prácticas agrícolas para que se integren armoniosamente con el entorno. “Las burras juegan un papel crucial en el ecosistema, ya que sus excrementos generan escarabajos, moscas y, en consecuencia, atraen a más lagartijas y estas a más pájaros. Se crea todo un ciclo vital”, añade el miembro de GEDI

Una masía con 50 hectáreas forestales

El origen del proyecto para GEDI, la cooperativa social que dirige esta iniciativa agrícola, se remonta a la necesidad de crear centros residenciales para menores. La fundación, que abarca todo el territorio catalán, atesora 34 años de historia como cooperativa social, trabajando en proyectos centrados en las personas y la dinamización comunitaria, desde centros de acogida para menores no acompañados hasta escuelas infantiles e iniciativas para personas mayores.


La unión de GEDI y Can Colomer data del año 2016, momento en el que, tal como explica Robert Fornés “se pretendía transformar la finca en un enclave específico para la creación de un proyecto residencial”. “Todo comenzó cuando identificamos una necesidad en Sant Climent y decidimos acercarnos. Tras hablar con el alcalde y el director de la Dirección General de Atención a la Infancia, parecía que Can Colomer era el lugar adecuado para desplegar el proyecto”, amplía el integrante del equipo de gerencia de GEDI. Finalmente, la cooperativa social adquirió la masía, que incluía con 50 hectáreas forestales. El proyecto residencial originario no pudo llevarse a cabo, así que se optó por convertir el espacio en un laboratorio al aire libre contra el cambio climático.

Deforestación y paseos guiados

Desde entonces, hace aproximadamente siete años, la fundación GEDI se dedica a la conservación de la naturaleza y al desarrollo sostenible de la comarca. El proyecto original se reformuló para dar paso a una iniciativa verde, que incluye tareas de deforestación con la ayuda de rucs catalans, paseos guiados por los bosques y mantenimiento de los espacios naturales. Además, gracias a las 50 hectáreas de terreno y a la limpia de los bosque de la finca se obtiene leña de alta calidad, un producto premium tanto para el mercado particular como para el empresarial.

La fundación GEDI también es la encargada de desplegar en el territorio del Baix Llobregat una de las líneas de trabajo del proyecto LIFE AgroForAdapt, cuya puerta de entrada a la comarca ha sido EL Área Metropolitana de Barcelona. (AMB) Con un presupuesto total de 322.524 euros, de los cuales la Unión Europea (UE) aporta 122.559 euros (un 38% de la financiación), esta iniciativa se sitúa a la vanguardia de los esfuerzos por fortalecer la resiliencia de los bosques metropolitanos.

Vulnerabilidad ante incendios y sequías

El objetivo de esta iniciativa europea es establecer hasta el año 2026 indicadores productivos, evaluar el balance de carbono, la biodiversidad y la vulnerabilidad ante incendios forestales y sequías en más de 40 fincas en Cataluña, Castilla y León, y la región mediterránea de Francia, abarcando un total de más de 800 hectáreas.

El proyecto LIFE AgroForAdapt evaluará los beneficios de los sistemas de gestión agroforestal que combinan el pastoreo animal con la vegetación natural de la zona (como el proyecto de GEDI en Can Colomer), fomentando su conocimiento y facilitando su integración en políticas y regulaciones sobre el uso de la tierra. En definitiva, se trata de compartir y promover casos exitosos de gestión de estas técnicas en la región mediterránea europea para que se beneficien todos los territorios. ¿Qué podría ser más esperanzador que ver cómo la misma naturaleza nos brinda soluciones efectivas para enfrentar los desafíos del cambio climático? II

Ejemplo a seguir
Can Colomer está en una zona muy afectadas por la sequía. La falta de lluvias ha debilitado la vitalidad de los bosques, agotando los recursos hídricos y poniendo en peligro la biodiversidad. En este escenario desafiante, la necesidad de una intervención urgente como la desarrollada en la finca era perentoria y además va a marcar el camino. Las lecciones que se extraigan del trabajo en el Baix se extrapolarán a otros puntos de la realidad forestal de Cataluña, el resto de España y Europa.
“El objetivo es demostrar que esta práctica es rentable, más económica y más sostenible a largo plazo que utilizar maquinaria pesada”, indica Robert Fornés. Tiene sentido recuperar esta práctica ancestral porque el Baix es “un secarral. Un lugar con muy poca producción alimentaria, donde además te enfrentas a una presión de la población que da miedo”, define Fornés. “En otros lugares (Solsona o Urgell) puedo dejar las burras sueltas por la montaña y verlas cada quince días. Pero aquí, imposible. Cada segundo pasa un perro, una persona”, reconoce el educador
Pero estos contratiempos no están siendo un problema. A Fornés le ha sorprendido “la efectividad de las acciones y los resultados” que son progresivos y lentos, pero muestran “una operatividad muy notable. A largo plazo, estamos consolidando un paisaje que de otra manera no sería posible”, añade uno de los impulsores.
Aunque Can Colomer es solo una pequeña parte del proyecto LIFE AgroForAdapt su impacto trasciende las fronteras locales. Es un ejemplo inspirador de cómo la colaboración entre instituciones, la innovación en prácticas agrícolas y el compromiso con la sostenibilidad pueden abordar los desafíos ambientales globales. Con la ayuda de Gedi, este bosque de Sant Climent puede convertirse en un elemento clave para el cuidado de las áreas verdes del Baix y, quién sabe, de toda Cataluña..
Descubre cómo un rebaño de burros y cabras salva bosques y lucha contra el cambio climático
Ampliar
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios