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Foto de grupo de los representantes de las entitades colaboradoras tras la reunión de lanzamiento del projecte DECIDEIX en la sede de Eurecat de Manresa
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Foto de grupo de los representantes de las entitades colaboradoras tras la reunión de lanzamiento del projecte DECIDEIX en la sede de Eurecat de Manresa

El proyecto pionero DECIDEIX ensaya en Cataluña la reutilización de agua depurada para consumo humano

lunes 22 de septiembre de 2025, 18:15h
¿Beber agua procedente de aguas residuales tratadas para paliar la sequía? Aunque suene a ciencia ficción, en el área metropolitana de Barcelona ya se está trabajando para que esta futurista idea pueda ser una realidad sostenible y, sobre todo, segura. Con el proyecto DECIDEIX, pionero en Europa y que se va a desarrollar en Gavà, científicos y operadores del ciclo del agua están ensayando la reutilización potable directa (RPD), una técnica que países como Singapur o Namibia han convertido en un recurso estratégico viable para sobrevivir a la escasez hídrica.

En respuesta al creciente déficit hídrico y al agravamiento de la emergencia climática, ha iniciado su andadura en el área metropolitana de Barcelona el proyecto DECIDEIX, una iniciativa innovadora que aspira a explorar, validar y preparar el camino legal para la Reutilización Potable Directa (RPD) del agua tratada en las depuradoras capaces de obtener agua regenerada, como ocurre en la macro planta del Baix Llobregat, en El Prat. La nueva técnica consiste en tratar ese agua depurada hasta elevarla a niveles aptos para el consumo humano, sin necesidad de que pase primero por ríos o acuíferos como filtros o buffers naturales, que es lo que sucede ahora con el agua regenerada tratada en El Prat, que se inyecta aguas arriba en el río Llobregat (a la altura de Molins de Rei) para que se mezcle con el cauce del río y vuelva a ser depurada de nuevo.

Hasta ahora, en España —y más genéricamente en toda la Unión Europea— la reutilización del agua tratada está restringida al modelo indirecto: el agua regenerada se incorpora al cauce de un río o a un embalse, y después se potabiliza en plantas convencionales aguas abajo. Esto es lo que ha funcionado con éxito durante el último episodio de seguía en la estación depuradora del Baix Llobregat. que ha impulsado río arriba el agua tratada para que volviera a ser potabilizada en la depuradora de Sant Joan. DECIDEIX pretende dar un paso más allá: demostrar que la RPD es segura, viable técnica y económicamente, y preparar normativa específica para su incorporación futura como agua de consumo humano.

Un consorcio con financiación pública y privada

El proyecto DECIDEIX está liderado con un consorcio del que forman parte la compañía Aigües de Barcelona, el Catalan Water Partnership (CWP), el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y Cetaqua. La propuesta está cofinanciada por la Agencia Catalana del Agua (ACA), vía subvenciones públicas de I+D+i para economía circular y reutilización. El plan tiene una duración prevista de 31 meses y el modelo piloto va construirse en la depuradora de Gavà. A la vez se va a ampliar el Sistema de Ayuda a la Decisión (SAD) del proyecto previo SUGGEREIX, que ya permite incorporar usos potables directos e indirectos del agua tratada.

El modelo de RPD que estudia DECIDEIX implica tratamientos avanzados adicionales a la depuración convencional para obtener agua regenerada denominada "secundaria". El objetivo es asegurar que, tras ser tratada de nyuevo, el agua regenerada cumpla con los estándares de un agua "completamente potable" (para uso humano), lo que incluye la eliminación de patógenos, contaminantes emergentes, micro-contaminantes y otras partículas nocivas. DECIDEIX abre así una puerta a convertir este tipo de agua en una firme solución estructural para garantizar la resiliencia hídrica del área metropolitana barcelonesa, donde el déficit hídrico podría alcanzar los 130 hectómetros cúbicos en 2027, si no se adoptan medidas estratégicas. Y eso en un contexto de urgencia climática, lo que supone todo un desafío.

Europa no lo contempla pero otros países sí

La legislación común europea aún no contempla la reutilización potable directa de forma explícita. En España, aunque hay proyectos de reutilización indirecta o prepotable (como el descrito en el ámbito de la depuradora del Baix Llobregat), la RPD todavía no está permitida, pero sí lo está en otros países. Singapur, por ejemplo, lleva décadas desarrollando su sistema NEWater, que produce agua regenerada ‘ultra limpia’ mediante una cadena de tratamiento que incluye microfiltración (o ultrafiltración), ósmosis inversa y desinfección por UV. Aunque NEWater se destina principalmente para usos industriales, climatización y para rellenar embalses se han realizado estudios extensivos que confirman que su calidad supera los estándares de la OMS y de la USEPA. Singapur ha invertido también mucho en comunicación pública, transparencia y dispone de una regulación clara, lo que ha contribuido a que este sistema sea aceptado socialmente.

Planta de NEWater en Singapur

En Windhoek, la capital de Namibia, funciona desde hace décadas una planta de reutilización directa potable (Direct Potable Reuse, DPR) denominada Goreangab / New Goreangab Water Reclamation Plant. La planta africana produce hasta un 25-35 % del agua potable de la ciudad a partir de aguas residuales tratadas ,para lo que emplea un esquema de múltiples barreras tecnológicas: ozonización, filtración con arena, carbón activado, ultrafiltración, cloración, etc. En caso de detectarse fallos, se detiene automáticamente el suministro de agua del sistema y vuelve a reiniciarse el proceso de reciclaje. En diciembre de 2023, el State Water Resources Control Board de California también aprobó normas para la reutilización potable directa, lo que se traduce en la práctica en que el agua tratada según esos estándares puede suministrarse directamente a consumidores sin buffer temporal, espacial ni mezclas externas previas.

Pionera en Europa como modelo completo

La iniciativa de DECIDEIX es, por tanto, pionera en Europa. Aunque hay ejemplos de reutilización indirecta o prepotable en el continente, no hay ningún proyecto que haya validado formalmente la RPD como un uso amparado bajo el paraguas de una ley europea o española. DECIDEIX se sitúa en esa frontera. De hecho, los especialistas la consideran una prueba de concepto completo porque va más allá del pilotaje técnico e incluye estudios de seguridad, viabilidad, aceptación, desarrollo de herramientas decisorias y propuestas regulatorias.

Macrodepuradora de El Prat

El proyecto se enfrenta a grandes desafíos no solo en materia de depuración y regeneración del agua. Todavía persiste una fuerte resistencia social al uso de agua potable proveniente de procesos de filtrado. Así que, si algún día se opta por implantar este sistema, va a hacer falta una potente campaña de comunicación e información para que los usuarios entiendan bien el proceso y que el mismo sistema es capaz de auto detectar riesgos y detener el proceso. Por eso. la transparencia será clave. Los casos de Singapur y Windhoek muestran que esta meta puede alcanzarse, pero requiere un trabajo continuo.

Costes energéticos y marco regulatorio

Otro de los hándicaps a los que ha de hacer frente el agua RDP son los costes energéticos y operativos. Los tratamientos con ósmosis inversa, el uso de membranas ultrafiltrantes y los sistemas de desinfección avanzada tienen costes elevados, tanto en su instalación como en su mantenimiento. Como último obstáculo a salvar, debe precisarse al milímetro el marco regulatorio y normativo: adaptando la legislación autonómica (en el caso del Área metropolitana de Barcelona y del resto de Catalunya) y también a la legislación español, mediante la redacción y aprobación de reglamentos de salud pública, estándares de calidad, sistemas de monitoreo y protocolos en caso de fallo, entre otros dimes y diretes.

Pese a las dificultades que aparecen en el horizonte del corto plazo, el proyecto DECIDEIX representa un hito potencial para la gestión del agua en Cataluña y, quizás, en toda España, al ser una de las primeras iniciativas de este tipo con ambición de legalizar y operar en la reutilización potable directa. El modelo se ha demostrado que funciona y que es viable a nivel técnico, sanitario y de regulación en territorios con escasez de agua como Singapur, Namibia o California. Si DECIDEIX funciona, su éxito podría redefinir la forma de garantizar el suministro de agua potable en circunstancias de climatología adversa, reduciendo la dependencia de fuentes tradicionales como embalses, acuíferos y otros recursos hídricos vulnerables.

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