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Cocina de lujo hecha con sobras: así ha salvado Cal Mingo 300 kilos de alimentos del cubo de la basura
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Cocina de lujo hecha con sobras: así ha salvado Cal Mingo 300 kilos de alimentos del cubo de la basura

viernes 24 de octubre de 2025, 15:00h

Un afortunado grupo de unos 80 comensales ha sido testigo este jueves en Viladecans de una noche sorprendente: 300 kilos de alimentos -que estaban destinados a acabar en el cubo de la basura o fuera del circuito alimentario- se transformaron en un menú creativo y espectacular ideado por el chef Domingo Morillas en el restaurante Cal Mingo. Champiñones rellenos de calabaza, canelones de aprovechamiento reinventados y postres de relumbrón han demostrado que la cocina de aprovechamiento no solo es sostenible, sino también deliciosa y de altura y hasta capaz de conquistar paladares exigentes.

El restaurante Cal Mingo de Viladecans ha acogido este jueves por la noche una de las cenas de concienciación que se han realizado al unísono en más de 70 restaurantes de toda Cataluña, dentro de la cuarta edición de Gastrorecup, una iniciativa impulsada por la Generalitat de Cataluña para promover la cocina de aprovechamiento y sensibilizar sobre el desperdicio alimentario. A la cena han asistido unas 80 personas vinculadas al restaurante y al municipio, entre las que destacan la alcaldesa de Viladecans, Olga Morales; y Glòria Cugat, subdirectora general de Inspección y Control Agroalimentario del conselleria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DACC).

Glòria Cugat y Domingo Morillas dirigiéndose a los comensales

El menú que se ha servido, muy creativo e ideado por el prestigioso chef local Domingo Morillas, se ha elaborado íntegramente con productos recuperados —alimentos en perfecto estado que habían sido descartados del circuito comercial— que han sido aportados por la cadena mayorista Makro. “Se han aprovechado 300 kilos de producto”, ha explicado Morillas, quien ha calificado como “difícil” la elaboración del menú (para que todos los comensales disfrutarán de platos idénticos), pese a ser el segundo año que el restaurante de Viladecans participa en la iniciativa.

Desperdicio de 22 kilos al año por persona

Antes de sentarse a la mesa, Gloria Cugat ha querido dejar patente que existe en Catalunya, y en su departamento en concreto, “una preocupación por resolver el problema del desperdicio alimentario”. La subdirectora general ha recordado que cada persona individualmente “desperdicia 22 kilos de comida al año”, una cantidad que sumada permitiría “eliminar el hambre del mundo”, ha asegurado. “No nos podemos permitir un derroche alimentario de estas dimensiones. Hay que concienciar a la ciudadanía de que solo por el aspecto visual o por la proximidad de la fecha de consumo preferente no hay que lanzar a la basura un alimento que está en perfectas condiciones y que ha costado esfuerzo y trabajo a agricultores, ganaderos o pescadores”.

El menú preparado por el chef Domingo Morillas ha dejado boquiabiertos a los comensales por su originalidad, la mezcla de sabores y la demostración de que con cualquier cosa que se tenga en la comida se puede preparar un plato de nivel. La propuesta de Cal Mingo ha estado integrada por cuatro platillos y dos postres, en muchos de los cuales se han aprovechado productos típicos de Viladecans como la calabaza o el tomate cherry.

De la crema reina a los champiñones rellenos

El primer plato servido ha sido una deliciosa crema reina con pak choi (un tipo de col china muy popular en la cocina asiática). Detrás, ha venido una ensalada de otoño muy frutal envuelta en papel de arroz y aderezada con peras confitadas. Pero el plato fuerte, y el que más ha sorprendido a los asistentes por su contraste y su inteligencia, han sido unos champiñones rellenos de calabaza rustida al horno con hierbas aromáticas, coronados con láminas de queso manchego fundido y sobre una base de crema de queso azul.

Ensalada de otoño envuelta en papel de arroz

Como colofón a los platillos, Morillas ha presentado una variante de sus venerados canelones de pollo rustido que incorporaba una sala de yema de huevo líquido y estragón y un crujiente de piel de pollo, todo un homenaje a la cocina tradicional de aprovechamiento. Los dos dulces degustados por los comensales también han estado a la altura: tocinillo de cielo y un mini sándwich. De pa de pessic (bizcocho) con almíbar de caña de azúcar y vainilla, completado con un tomate cherry ligeramente caramelizado.

Cocina de calidad a salvo del contenedor

El movimiento Gastrorecup, liderado por la chef Ada Parellada, forma parte de una campaña más amplia de la Generalitat denominada Aprovechemos los alimentos. La iniciativa -y su propuesta gastronómica- busca demostrar que una cocina de calidad y a la vez sostenible puede desarrollarse con alimentos que normalmente acabarían desperdiciados, en el cubo de la basura. Además, Gratrorecup es una reivindicación de la tradición catalana de “no tirar nada” y de la “cocina de aprovechamiento de nuestras abuelas”, como ha recordado Morillas. Además de las cenas, la campaña global incluye otras actividades como la Maratón #YoEspigolo —una recogida de alimentos en el campo— y el Gran Comedor de Aprovechamiento Alimentario, que reunirá a más de 400 personas en Vic.

postres del menú de Cal Mingo

Con su segunda participación en Gastrorecup, Cal Mingo se consolida como un referente local de la cocina sostenible y como embajador de la cocina de aprovechamiento de máximo nivel en el Baix Llobregat. Toda una demostración de que el compromiso con el planeta y la lucha contra el hambre en el mundo también puede servirse en un plato. Y además, ha conseguido lograr uno de los objetivos que cada año se marca la organización del evento: “transformar la manera en que valoramos la comida y avanzar hacia una cultura alimentaria más justa y consciente”.

Champiñones rellenos de calabaza

Canelón de pollo rustido

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