El aeropuerto de Barcelona-El Prat se prepara para un giro gastronómico histórico: El gestor aeroportuario Aena renovará casi toda la oferta de restauración de las terminales con 49 locales y más de 20.000 m² dedicados a la cocina local e internacional. Desde un restaurante con estrella Michelin hasta un espacio 100% sin gluten, pasando por hamburguesas, vermut y terrazas convertidas en auténticos puntos de encuentro, la nueva oferta busca que los 55 millones de pasajeros que pasan cada año por El Prat puedan saborear Barcelona hasta el último minuto antes de despegar.
El Aeropuerto de Barcelona–El Prat está a punto de vivir una transformación que va mucho más allá de su papel como puerta de entrada y salida de Barcelona y su conexión con el resto del mundo. Con el lanzamiento del mayor concurso de restauración de su historia, Aena renovará casi el 100% de la oferta gastronómica: 49 locales distribuidos en más de 20.000 metros cuadrados que cambiarán la manera de comer y disfrutar el aeropuerto.
La magnitud de la operación, presentada en el evento “Muerde Barcelona”, no se repetirá en más de una década: los contratos tendrán una duración de entre 8 y 12 años, lo que garantiza estabilidad a los operadores y un horizonte de continuidad a los pasajeros. “Barcelona, quinto aeropuerto de Europa con 55 millones de pasajeros en 2024, merece una oferta de alta calidad que refleje la imagen y la experiencia de Aena”, subrayó María José Cuenda, directora general Comercial e Inmobiliaria de la compañía.
Más allá de hamburguesas y café
La apuesta va mucho más allá de hamburgueserías y cafeterías. Los viajeros encontrarán desde un restaurante con estrella Michelin hasta una vermutería catalana, pasando por un espacio 100% gluten free, propuestas japonesas, food markets, coffee shops y locales de “grab & go” para quienes vuelan con prisas. Aena quiere que el aeropuerto combine tradición, innovación y sabores del mundo, pero sin perder la esencia local: marcas catalanas tendrán un protagonismo especial para trasladar al viajero un pedazo de la identidad gastronómica de Barcelona.
Otro de los grandes cambios se vivirá en las terrazas, que dejarán de ser un espacio secundario para convertirse en auténticos food courts. La terraza norte, en concreto, se transformará en un espacio abierto para comer, socializar y disfrutar de actividades de ocio, incluso con posibilidad de eventos y retail, durante los próximos 12 años.
Experiencia gastronómica sostenible
El impacto de este nuevo modelo será inmediato. Solo en 2024, los pasajeros consumieron en El Prat 3,4 millones de hamburguesas, 4,2 millones de cafés y 5,3 millones de botellas de agua. Con una oferta más variada, sostenible y tecnológica —se premiará el uso de materiales respetuosos con el medio ambiente, equipos de bajo consumo energético, gestión eficiente de residuos y herramientas digitales como pagos sin contacto o cocinas inteligentes—, la experiencia gastronómica se alinea con las expectativas de un aeropuerto de referencia internacional.
El nuevo concurso, que organiza la restauración en 29 lotes, es también un guiño al futuro: se busca no solo satisfacer el apetito de millones de pasajeros, sino convertir el aeropuerto en un escaparate de la gastronomía barcelonesa y un espacio de innovación en hostelería. Un aeropuerto que, más que nunca, invita a apurar la experiencia de Barcelona hasta el último bocado.