Cada mañana de cada día y siempre en las horas punta (excepto festivos), decenas de autobuses metropolitamos -en especial los de las líneas exprés- quedan atrapados junto a los vehículos particulares en los interminables atascos de la autopista C-32 entre Gavà y Sant Boi, que a veces llegan hasta Castelldefels. Viladecans ha puesto la mano sobre la mesa y ha decidido -con el respaldo casi unánime del plenario local- que basta ya de perder minutos y pasajero en interminables retenciones. Así, el Ayuntamiento ha pedido formalmente a la Generalitat que estudie la habilitación de un carril bus exclusivo en la C-32 para que los autobuses puedan, por fin, circular libres y rápidos, tal y como adelantó El Llobregat hace un año.
A partir del 30 de mayo, Sant Boi reabre la salida de la calle Feixars hacia la C31-C y comenzará obras de pavimentación que afectarán la circulación en la conexión con la C-32. Se proponen rutas alternativas para evitar retenciones en la C-245 durante los trabajos nocturnos.
Los accesos a Sant Boi son caóticos en las últimas semanas debido a las obras de construcción de la autovía B-25. Pero la situación aún es peor de lo que cabría esperar porque muchos conductores ignoran las señales que restringen el paso por la rotonda de La Parellada y utilizan un carril reservado para autobuses públicos y vehículos de emergencia, lo que agrava los atascos y despespera a más de un automovilista. Aunque se han implementado medidas para mitigar el impacto constructivo de una infraestructura tan compleja como la B-25, la falta de solidaridad de algunos 'listillos' complica más aún la circulación e indigna a quienes están atrapados en los atascos .
El cierre parcial de la rotonda de La Parellada en Sant Boi, debido a las obras de la autovía B-25, no ha generado este martes el enorme caos esperado en hora punta, aunque si ha derivado en persistentes atascos en las vías cercanas. La implementado de señalización efectiva con rutas alternativas para mitigar el impacto del tráfico y la información a los conductores ha obrado el milagro.
Todavía están previstas otras 18 actuaciones de mejora en las carreteras C-31 y C-32, tras completar la primera fase en agosto de este año. En total, las carreteras contarán con 22 actuaciones y un presupuesto de 3.159.457 euros. Durante las próximas semanas comenzará la segunda fase, que afectará a la avenida dels Eucaliptes. Las obras continuarán, según las previsiones, a lo largo del próximo año.
El proyecto busca conectar la autopista C-32 con la autovía A-2 a través de un tronco de autovía de 2 km, ahorrando 4.4 km en el trayecto y mejorando los accesos en la zona del Prat de Llobregat. Hasta 2014 se ha completado el 51% del trabajo y se espera alcanzar el 66% en 2015. La ampliación del viaducto sobre el río Llobregat en tres carriles adicionales y la mejora del acceso a Sant Boi de Llobregat con la eliminación de la rotonda de la Parellada y la construcción del nudo de Sant Boi-Cornellà son las acciones más destacadas.
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Parafraseando a los Europe y su The Final Countdown, el estreno de la B-25 está casi a la vuelta de la esquina. La futura autovía, que unirá la A-2 y la C-32 sin atravesar el casco urbano de Sant Boi, encara su recta final tras dos años de obras intensas, ajustes técnicos y mejoras urbanísticas que han alargado los plazos pero también han elevado la ambición y la calidad del proyecto. El vial, que promete acabar con atascos históricos y transformar la fachada y el skyline de Sant Boi , podría estrenarse antes del próximo verano y marcar un antes y un después en la movilidad y la integración urbana del Baix Llobregat.
La apertura parcial de una de las calzadas de la futura autovía B-25 ha mejorado el tráfico entre la C-32 y la A-2 a su paso por Sant Boi, reduciendo la intensidad de los atascos en hora punta. Sin embargo, todavía persisten restricciones en la rotonda de la Parellada, que sigue cerrada para vehículos no autorizados. Fuentes municipales han calificado el estreno del nuevo ramal como "un avance importante" en las obras, aunque persisten los problemas circulatorios.
Los accesos a Sant Boi han vuelto a colapsarse este lunes debido a un accidente que ha bloqueado la C-31C y que ha sumado más colas a las continuas retenciones provocadas por la construcción de la autovía B-25, generando largas colas. El siniestro ha coincidido con el cierre de la calle Feixars desde la gasolinera Alcampo, en dirección a Barcelona.
A partir del 10 de febrero, las obras de la autovía B-25 en Sant Boi generarán nuevas e importantes restricciones de tráfico en sant Boi, que incluyen el cierre parcial de la conflictiva rotonda de La Parellada. Los conductores se enfrentarán a desvíos obligatorios y a más que posibles congestiones durante al menos dos meses, complicando aún más la circulación hacia Cornellà.
La construcción de la autovía B-25, que conectará la A-2 con la C-32, está afectando de forma directa y notoria al tráfico en Sant Boi, por lo que se recomienda utilizar alguna de las tres rutas alternativas sugeridas para evitar congestiones. Las obras, que avanzan rápidamente, mejorarán los accesos a la ciudad y reducirán el tráfico en el centro urbano al desviar unos 35.000 vehículos diarios.
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